Cualquier persona que haya recibido clases en los años 90 está sobradamente familiarizada con el modelo de enseñanza-aprendizaje que se impartía entonces.
La didáctica en general se centraba en el docente y no en el alumnado, las clases se impartían por el profesor a modo de clase magistral o masterclass, la comunicación era casi exclusivamente unidireccional y a lo sumo en algunas clases más vanguardistas había cierta bidireccionalidad (Kaplún 1998).
Tomemos como ejemplo una clase de historia de España.
Los roles estaban muy marcados siendo el alumno el oyente y el profesor adoptaba el rol de experto en la materia y emisor del conocimiento.
El material de apoyo solía limitarse al libro de texto de historia y ocasionalmente se alternaba con presentaciones de diapositivas de cuadros o documentación histórica o presentaciones power point para exponer una sucesión de reyes o eventos históricos.
El alumno pasa por una fase adquisitiva receptiva en la que toma apuntes y subraya su libro de texto, y reflexiva en la que hace esquemas para facilitar la fase memorística en la que repasa los contenidos para luego volcarlos en un examen que vendría a suponer la fase reactiva expresiva simbólica, (García Hoz, 1998).
Como estamos viendo en la disciplina de didáctica de la especialidad, la didáctica es más que impartir clase y por ello este modelo obsoleto y unidireccional ha dado paso a sistemas que abogan por una comunicación más eficaz con el alumnado en cuanto esta es el vehículo esencial del proceso de enseñanza y aprendizaje (Amayuela, Colunga y Álvarez 2005).
Redefinimos esta clase empezando por impartir un modelo multidireccional ya que “el proceso de la comunicación debe realizarse de modo que dé a todos la oportunidad de ser alternativamente emisores y receptores” (Kaplún 1998).
En el nuevo modelo por lo tanto, el estudiante será el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje, la diversidad del alumnado tendrá que tenerse en cuenta a la hora de confeccionar la programación del aula y “los estilos de enseñanza del profesorado han de corresponder a los estilos de aprendizaje de los alumnos”. (Gracía, Lozano y Tamez, 2015).
El rol del profesor ya no se basa en una exposición de su sabiduría al alumnado sino que su relación con estos es más colaborativa y abierta.
Si queremos redefinir el viejo modelo de enseñanza-aprendizaje, hay que elaborar una estrategia didáctica contando con el hecho de que el alumnado puede ser muy diverso y variado en lo que a experiencias de vida y punto de partida se refiere.
Para elaborar una estrategia didáctica pasaremos por varias fases:
- Fase previa o de planificación: tendremos que revisar las competencias que queremos lograr.
- Fase de inicio o motivación: esta fase tiene como objetivo motivar y focalizar la atención del estudiante para que se vea estimulado a participar. Por ejemplo podemos hacer uso de los recursos digitales e interesar al alumnado con una visita virtual al Museo del Prado para ver los retratos de los monarcas del siglo objeto de estudio.
- Fase de ejecución o desarrollo : en esta fase debemos elaborar actividades y contemplar recursos y técnicas que permitan al alumnado adquirir las competencias que hemos planeado en la primera fase.Podemos abandonar el tradicional powerpoint y servirnos de plataformas como Kahoot o Educaplay para fomentar el interés y hacer competiciones de quizz o cuestionarios por grupos por ejemplo. De esta manera se estimula la cooperación del grupo y el espíritu de superación. Estas participaciones por grupos y su posterior exposición al resto de compañeros, les permite desarrollar sus habilidades sociales y comunicativas.
- Fase de conclusión o cierre:el alumno desarrollará su capacidad de análisis, síntesis y evaluación sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje. En esta fase se podría usar la versión más “moderna” de un test de respuesta múltiple para evaluar los conocimientos adquiridos, acudiendo a la plataforma Cerebriti que nos permite diseñar una prueba o examen de opción múltiple.
Además habrá que tener en cuenta que la redefinición en muchos casos puede implicar el nuevo modelo de enseñanza aprendizaje tenga que adaptarse además a la educación online en la que el reto supone que el docente ha de estimular a un alumnado que no se encuentra fisicamente presente en el aula. (Castaño 2003).
Referencias bibliográficas:
García Hoz, V. (1988). La práctica de la educación personalizada. Ediciones Rialp.
Gónzalez, R. (2015). Manual de emergencias para agentes de cambio educativo (pp. 53-73). Ediciones Granica.
Kaplún, M. (1998). Una pedagogía de la comunicación. Ediciones de la Torre.
García, A., Lozano, A. Y Tamez, C. (2015). Estilos de aprendizaje y rendimiento académico en alumnos de segundo grado de secundaria. Journal of Learning Styles.
Castaño, C. (2003). El rol del profesor en la transición de la enseñanza presencial al aprendizaje «on line».
Universidad Internacional de la Rioja. (2022). Didáctica de la Formación y Orientación Laboral. Tema 1, Didáctica general y estrategias de aprendizaje. Tema 2, Cómo elaborar un proyecto de enseñanza-aprendizaje. Tema 3, Análisis de la realidad del alumnado. Tema 4, El rol del profesor en Formación Profesional. Material no publicado.